03/06/2020. 169 lecturas. Los Palacios y Villafranca, poco a poco, va cogiendo físico tras el parón que como consecuencia de la crisis sanitaria dejaba también a nuestro pueblo paralizado. Pero después de tres meses duros, y gracias al trabajo de muchas familias que han dedicado su vida a sus negocios y al esfuerzo que están haciendo por sacarlos de nuevo adelante, el pulso de nuestra localidad va a mejor ritmo cada día. Una de estas familias que tuvo que cerrar su establecimiento de un día para otro fue la que regenta el Restaurante la Pachanga. Miguel Ángel Pérez nos relata, casi emocionado, el palo que tanto para él como para las diez personas que allí trabajan supuso el tener que bajar las persianas de manera indefinida.
Miguel Ángel todavía no ha podido recuperar del erte a tres de sus empleados, ahora los ingresos no le dan para cubrir todos los gastos, pero se muestra muy positivo en que la situación se va a ir recuperando. La Pachanga retomó su actividad el día 25 de mayo, con el inicio de la fase II que permitía abrir las salas interiores de los bares y restaurantes en un 50 por ciento de su aforo.
Como el resto negocios, también aquí se ha tenido que hacer una inversión importante en medidas preventivas y de seguridad que ahora están a disposición de todos los comensales de La Pachanga.
El estado de alarma le ha aportado a este restaurante una nueva modalidad de servicio, el que se lleva a domicilio. Durante varios fines de semana del confinamiento han sido muchas las comandas telefónicas llegadas hasta las cocinas de La Pachanga y llevadas hasta las mismas casas de gran cantidad de palaciegos que han disfrutado con ellas.
La cocina de La Pachanga ya se encuentra con los fogones a tope para seguir ofreciendo sus ricos platos, los de siempre, pero también quieren para las próximas semanas ir sorprendiendo con nuevas ofertas culinarias con las que pasar un verano a pedir de boca.