30/10/2024. 509 lecturas. Las calles de Los Palacios y Villafranca eran hasta ahora su particular galería de arte, espacios que Víctor Pérez utilizaba para compartir su arte. Pero desde ayer, todas las personas que quieran contemplar su obra pueden acudir a la Casa de la Cultura donde este joven artista plástico ha reunido buena parte de sus pinturas en una exposición que lleva el título de “Leche Migá”. En el acto que servía para dar apertura oficial a la muestra, Víctor Pérez se ha visto apoyado de manera multitudinaria por un copioso número de amigos, vecinos y familiares. La expectación era tal que el propio Delegado Municipal de Cultura, Manuel Carvajal, encargado de presentar al artista, destacaba este hecho.
Tal y como expresaba Carvajal en la semblanza que hizo del artista y su obra, El Nieto de la Encarna tiene un estilo propio y totalmente reconocible. Le gusta mirar y pintar a personas que no entran en la normatividad pero por las que siente empatía, e incluso, con las que se identifica.
En Leche Migá, Víctor Pérez también trata de captar la esencia de su pueblo, Los Palacios, y de sus gentes, rostros y escenas que nos son cercanos a los palaciegos. Por ello reconocemos al cuponero, al panadero, a las vecinas que toman el fresco en las puertas de sus casas o personas que pertenecen a su vínculo más cercano. Y todo ello lo hace con un estilo donde fusiona el costumbrismo con la vanguardia.
Durante toda su intervención, Víctor se mostró emocionado, agradecido, pero sobre todo sincero y generoso. Compartió con los asistentes los duros momentos que le llevaron a expresarse con la pintura en la que encontró refugio tras la pérdida de sus abuelas Encarna y Dolores, dos pilares de su vida.
Reconoce, incluso, sentirse a veces desbordado por el cariño que le muestra la gente al contemplar sus pinturas por las calles de la localidad y ver reflejadas en ellas a personas de nuestro pueblo. El primer reconocimiento hacia su arte le ha llegado de la gente de la calle por lo que se muestra muy agradecido.
El Nieto de la Encarna también compartió que, en un determinado momento de su vida, sintió la necesidad de alejarse de su pueblo, y ahora forma parte de él y de sus gentes, donde cada día sigue viendo a sus abuelas Dolores y Encarna.