23/05/2022. 542 lecturas. La de 2022 ha sido una Romería de San Isidro Labrador muy especial para Maribáñez y sus vecinos. Y es que esta jornada festiva se recuperaba tras dos años sin poder celebrarse por la pandemia. Pero es que, además, la pedanía palaciega ha conmemorado el cincuenta aniversario de su primera romería junto al también cincuenta aniversario de la fundación jurídica de la parroquia de Nuestra Señora de las Marismas. Se iniciaba el día con el rezo que previamente, en el templo, presidía el párroco Julián Jesús Hernández. A continuación varios romeros se encargaron de sacar en andas al patrón de los agricultores que fue recibido en el exterior con una gran petalada y las muchas ganas de los vecinos de empezar a disfrutar de un día muy esperado.
Cuando culminaron las muchas ofrendas florales realizadas por gran cantidad de familias, la carreta se echó a andar muy bien acompañada de la alegría de las muchas romeras y romeros que decidieron hacer el camino junto a San Isidro Labrador. A ellos se unió parte de este recorrido el alcalde palaciego, Juan Manuel Valle, que destacó la importancia de ir recuperando nuestra vida tras el parón que causó en ella la pandemia.
Antes de salir totalmente del pueblo, se volvieron a cantar y bailar sevillanas al patrón de los agricultores, y la comisión organizadora en honor a San Isidro Labrador quiso reconocer a las personas que este año, de manera desinteresada, han donado los adornos florales de la carreta, Juan Diego Ramos y Manuel Casarilla.
El camino que lleva a estos peregrinos hasta el eucaliptal las Presas no es muy largo, pero sí es muy bello. San Isidro Labrador siempre está rodeado de los campos bien cultivados por los muchos agricultores de Maribáñez. A lo largo de este camino, son ya tradicionales varias paradas. Una de ellas la que se lleva a cabo a las puertas de la Finca La Rocina, lugar donde cada año Maribáñez agradece el favor que en 2009 llevara a cabo la familia Algarín-Delgado donando la carreta de madera. La comisión aprovechó la ocasión para hacer entrega a Ignacio Algarín de una placa cerámica que irá en el lugar en el que en un futuro próximo se ubicará la carreta para que pueda ser contemplada durante todo el año siempre que vecinos y visitantes quieran hacerlo.
En esta parada también se reconoció la labor de colaboradores como Fernando Flores, y José Manuel Salmerón que recibió de manos de Manolo Ballesta una albúm fotográfico donde se refleja el vínculo que mantiene con la romería desde hace ya bastantes años.
Los peregrinos echaron a andar de nuevo hasta la siguiente parada, la del sifón, donde cada año, con mucho sentido del humor y mucha alegría, se toman las instantáneas de grupo, y Paquilo ejerce como jefe de ceremonia para llevar a cabo el bautizo de los nuevo romeros. El disfrute de esta jornada continuó en el Eucaliptal Las Presas donde Maribáñez, con sus romeros y romeras, continuó disfrutando de una romería de convivencia que reunió a toda la familia de un gran pueblo.