24/01/2022. 836 lecturas. El Patrón de Los Palacios y Villafranca, San Sebastián, fue el último paso en procesionar por las calles del municipio antes del inicio de la pandemia, en marzo de 2020, y ayer domingo, 23 de enero, ha sido el primero en procesionar con costaleros y música tras la pandemia. Antes de la salida a los costaleros se les realizó un test de antígenos siguiendo las recomendaciones sanitarias.
La jornada dominical comenzó con una función solemne en la Parroquia de Santa María la Blanca en honor al Santo, que había sido trasladado allí desde la Capilla de San Sebastián previamente. La homilía corrió a cargo del párroco y director espiritual de la Hermandad de la Vera Cruz, Diego Pérez Ojeda.
Pasadas las doce del mediodía, el Santo Patrón con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Vera Cruz asomaba al porche del templo parroquial. El paso de San Sebastián, Patrón también de la Policía Local, fue portado por una cuadrilla de costaleros miembros de la Hermandad de la Vera Cruz. Los capataces, un año más, han sido los hermanos Rialora, Javier y David Brenes.
La procesión contó con una amplia representación de la Corporación Municipal, con el alcalde Juan Manuel Valle a la cabeza, del Consejo Local de Hermandades y Cofradías y de las hermandades de penitencia y gloria de nuestra localidad.
Los palaciegos disfrutaron de su patrón con una novedad añadida, o más bien una recuperación de la Hermandad después de haber revisado fotografías antiguas. En ellas, aparecía San Sebastián con una banda de color rojo en alusión a su condición de soldado de los ejércitos de la Roma Imperial. Por otro lado, también se recuperaron las cuerdas con las que el Santo fue atado al árbol para el martirio.
El amplio cortejo recorrió las calles del casco histórico del municipio y, tras su salida de la Parroquia de Santa María la Blanca, procesionó por Francisco García García, Nuestra Señora de la Aurora, Rabadanes, Nuestra Señora del Carmen, Plaza de España, Isaac Peral, Cervantes, Toledillo, Buenos Aires, San Sebastián, hasta llegar a la Capilla que lleva su nombre en el barrio del Furraque, donde congregó un gran número de vecinos y familias.