20/10/2020. 258 lecturas. La Capilla de Nuestra Señora de la Aurora, sede canónica de la Hermandad del Gran Poder, estuvo abierta este domingo desde las doce de la mañana y hasta las nueve de la noche, de manera ininterrumpida para la celebración del Solemne Acto de Veneración de la Virgen de la Soledad, sustituyendo así al tradicional Besamanos debido a la situación de pandemia que estamos padeciendo.
La Titular mariana de la Hermandad del Gran Poder lució para la ocasión la saya confeccionada por el bordador cordobés Antonio Villar Moreno donada por Florencia Sollo en la primera década de los noventa. Asimismo, el manto que llevó puesta fue costeada por los costaleros y un nutrido grupo de devotos. Fue realizada en los talleres Franco de Coria del Río y dejó de procesionar a finales de la década de los noventa cuando la Hermandad del Gran Poder cambió su horario a la madrugada del Viernes Santo.
La Virgen lució también un rostrillo de tul bordado regalo de las camareras actuales Ana Herrera y Lola Durán y está dispuesto de estilo sevillano propio de los años 80 y sobre él, un toisón de oro y amatistas regalo de Jesús Mejías, Cónsul de Costa de Marfil y de su esposa Fina Atalaya, una pieza muy significativa por ser seña de identidad de la vestimenta de la Virgen en los citados años. También lució el fajín del comandante de caballería Juan Marcelino, regalo de su familia después de su fallecimiento.
Entre las numerosas alhajas de la Virgen de la Soledad lucía la medalla de oro que Florencia Sollo le regaló, última donación antes de su fallecimiento, y dos alamares donado por Vera un torero de nuestra localidad.
Cabe recordar, que la Capilla de Nuestra Señora de la Aurora abrió con todas las medidas de seguridad sanitarias anti-covid. Se dispuso de geles hidroalcóholicos, entrada y salida diferenciadas para evitar aglomeraciones, distancia social y uso obligatorio de las mascarillas.