SE PREVÉ QUE LA DE 2020 NO SERÁ UNA BUENA CAMPAÑA PARA EL TOMATE DE INDUSTRIA MUY MERMADO EN PRODUCCIÓN POR LA CLIMATOLOGÍA Y ENFERMEDADES EN EL CULTIVO
A mediados del mes de julio arrancaba la campaña de recolección de tomate para industria en la zona del Bajo Guadalquivir, concretamente en el sector B12, la mayor zona productora de la provincia de Sevilla. Y no con buenas impresiones.
04/08/2020. 147 lecturas.
Se augura una mala campaña para el tomate industrial muy presente en la zona del Bajo Guadalquivir, pues climatológicamente no ha sido una buena primavera para el cultivo, que ha soportado infestaciones de mildiu y bacteriosis, lo que ha provocado una importante merma en los rendimientos en el campo.
Los tomates más tempranos que se sembraron en el mes de marzo apenas alcanzan los 50.000 kilos por hectárea, cuando la media en esta zona está entorno a los 120.000-150.000 kilos por hectárea, por lo que se está cogiendo menos de la mitad.
Por tanto, aunque espera que la situación mejore en el tomate más tardío, el que se sembró en abril, augura que «este año va a haber muy poco concentrado de tomate, pues siendo optimistas la cosecha 2020 rondará los 160 millones de kilos de tomate para industria (que darían 30,7 millones de kilos de concentrado), cuando en 2018 se recogieron en la zona unos 340 millones de kilos en fresco.
Una escasez de oferta que se hace extensiva a otras provincias y comunidades productoras como es el caso de Extremadura, principal productora nacional, aunque los rendimientos medios en Andalucía suelen ser mayores que los que alcanzan los tomateros extremeños.
Las pérdidas en el sector van a ser importantes, pudiendo alcanzar el 50% de la cosecha, por lo que los agricultores se enfrentan a otro año muy complicado en el campo.
El concentrado de tomate alcanza este año un mejor precio, del orden de 25-30 euros más que en 2019 y con la cotización al alza, pero el agricultor no se va a poder beneficiar de esta circunstancia.
En primer lugar, porque el tomate se contrata a futuro, por lo que se empieza a vender en el mes de enero. Por tanto, aunque ahora están subiendo los precios, la mayoría de productores ya no tienen tomate que vender. En segundo lugar está la corta producción: Aunque los precios estén un poco mejor, hay muy pocos kilos.
Más del 90% del tomate que se produce en el Bajo Guadalquivir se exporta a los continentes de Europa, Asia y África.
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