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LA PRESENTACIÓN PÚBLICA DEL LIBRO “LA GATA LOLA. EL CUENTO DEL CASTILLO” SIRVE PARA REIVINDICAR LA MEMORIA DEL CASTILLO QUE UN DÍA EXISTIÓ EN LOS PALACIOS Y VILLAFRANCA
La Plaza Miguel Murube, uno de los lugares más bellos y misteriosos de nuestra localidad, acogió ayer un acto cuyo protagonista principal fue el Castillo que, aunque desapareciera totalmente en el siglo XIX, con la publicación del cuento “La Gata Lola”, de los autores Francisco José Cid y Juan Manuel Begines, el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca ha querido reivindicar su memoria para que todos los niños de hoy, y de generaciones venideras, conozcan que en un tiempo hubo, en nuestro pueblo, se levantó este espacio histórico.
03/05/2017. 183 lecturas.
De niños y niñas, de padres y madres, de profesores y profesoras, y de vecinos en general se llenó ayer la Plaza Miguel Murube para rendir memoria al Castillo que en aquel lugar se levantó en un momento de nuestra historia y que supuso el comienzo de lo que hoy es Los Palacios y Villafranca. De aquel castillo hoy no queda ningún vestigio, que tampoco vieron nuestros abuelos, bisabuelos, ni siquiera nuestros tatarabuelos, sin embargo sabemos que existió porque nuestros antepasados se encargaron de contarlo. Es la memoria del castillo, que un día existió en nuestra localidad, la principal reivindicación del acto celebrado ayer por el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca en la Plaza Miguel Murube y que contó con varios momentos tan mágicos como el propio marco.
En primer lugar se presentó la última obra de los autores locales “La Gata Lola. El cuento del castillo”, tercer volumen de los Cuentos de la Raya, que tan bien ha calado en los centros de primaria de nuestra localidad para repasar la historia local, a la vez que los pequeños pasan un buen rato de lectura. La Gata Lola, que nace con clara vocación educativa, cuenta cómo vivieron y como se asentaron en estas tierras los primeros moradores de Los Palacios. El objetivo de los autores es colaborar en la transmisión de nuestra historia mas cercana con rigor pero procurando contar una historia divertidas y entretenida e ideal para compartir en familia.
El alcalde palaciego, Juan Manuel Valle, que acudió junto el delegado de Educación, Manuel Carvajal, agradeció a los autores de la Gata Lola, Cid y Begines, la organización de este acto ya que con ello se abre las puertas de la imaginación a los más pequeños dando a conocer la historia de nuestro pueblo.
Valle también avanzó que el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de desarrollar actos culturales en la Plaza Miguel Murube, además de determinadas cuestiones urbanísticas para proteger este entorno que se encuentra en pleno casco histórico de Los Palacios y Villafranca.
Otro de los momentos que tuvo lugar en este acto, y destinado a mantener la memoria del castillo, fue el descubrimiento, por parte de alumnos de primaria de todos los centros escolares de la localidad, de una réplica exacta de la cerámica encontrada por la familia Villalobos en su casa y con la antigua nomenclatura de esta plaza, que no es otra que “Plazuela del Castillo”. Esta réplica, realizada por la artista local Mercedes Antequera, ha sido ubicada justo debajo de la actual placa. El objeto no es cambiar en absoluto el nombre de la Plaza, sino perpetuar la memoria del Castillo.
Por último, el grupo local Saltrigo, compuesto Jacinto García, Juan Ramón Pavón y Cristobal Contreras, interpretaban por primera vez en público, y en directo, el himno “Un apretón de manos”, dedicado al origen de la unión de Los Palacios y Villafranca. Este tema, compuesto por Cristobal Contreras, hace referencia a momentos y lugares conocidos por todos como el Lago Agustino, El Cerro de la Horca, El Castillo, Santa María La Blanca... Los derechos de autor de este himno han sido cedidos, gratuitamente, al Ayuntamiento, es decir, al pueblo de Los Palacios y Villafranca.
De niños y niñas, de padres y madres, de profesores y profesoras, y de vecinos en general se llenó ayer la Plaza Miguel Murube para rendir memoria al Castillo que en aquel lugar se levantó en un momento de nuestra historia y que supuso el comienzo de lo que hoy es Los Palacios y Villafranca. De aquel castillo hoy no queda ningún vestigio, que tampoco vieron nuestros abuelos, bisabuelos, ni siquiera nuestros tatarabuelos, sin embargo sabemos que existió porque nuestros antepasados se encargaron de contarlo. Es la memoria del castillo, que un día existió en nuestra localidad, la principal reivindicación del acto celebrado ayer por el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca en la Plaza Miguel Murube y que contó con varios momentos tan mágicos como el propio marco.
En primer lugar se presentó la última obra de los autores locales “La Gata Lola. El cuento del castillo”, tercer volumen de los Cuentos de la Raya, que tan bien ha calado en los centros de primaria de nuestra localidad para repasar la historia local, a la vez que los pequeños pasan un buen rato de lectura. La Gata Lola, que nace con clara vocación educativa, cuenta cómo vivieron y como se asentaron en estas tierras los primeros moradores de Los Palacios. El objetivo de los autores es colaborar en la transmisión de nuestra historia mas cercana con rigor pero procurando contar una historia divertidas y entretenida e ideal para compartir en familia.
El alcalde palaciego, Juan Manuel Valle, que acudió junto el delegado de Educación, Manuel Carvajal, agradeció a los autores de la Gata Lola, Cid y Begines, la organización de este acto ya que con ello se abre las puertas de la imaginación a los más pequeños dando a conocer la historia de nuestro pueblo.
Valle también avanzó que el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de desarrollar actos culturales en la Plaza Miguel Murube, además de determinadas cuestiones urbanísticas para proteger este entorno que se encuentra en pleno casco histórico de Los Palacios y Villafranca.
Otro de los momentos que tuvo lugar en este acto, y destinado a mantener la memoria del castillo, fue el descubrimiento, por parte de alumnos de primaria de todos los centros escolares de la localidad, de una réplica exacta de la cerámica encontrada por la familia Villalobos en su casa y con la antigua nomenclatura de esta plaza, que no es otra que “Plazuela del Castillo”. Esta réplica, realizada por la artista local Mercedes Antequera, ha sido ubicada justo debajo de la actual placa. El objeto no es cambiar en absoluto el nombre de la Plaza, sino perpetuar la memoria del Castillo.
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